Aparecí un buen día explicandoles esa necesidad imperiosa que tenia de descubrir porque 1 mm en artes gráficas es un kilómetro y decidida a aprender todos los procesos en el que las imágenes se integran en los diseños y se convierten en cubiertas de libros, envases, plafones, dipticos, trípticos, revistas, libros, posters etc.(entonces todavia no habia webs).
El aprendizaje inicial fue totalmente manual, todavia no habia ordenadores en el estudio y las cubiertas de libros para editoriales y los diseños se hacian mediante fotomecanica + letraset + cutter + pegamento y mucha concentración y psicomotricidad fina. Era un mundo nuevo y fascinante. Con los meses llegó la revolución, entró un ordenador en el estudio (un Mac) y se tuvo que transformar totalmente la forma de trabajar. Y despues del primer Mac, llegó el segundo y el tercero y el estudio fue creciendo y los clientes tambien.
Por entonces, ya me habia integrado totalmente en la empresa y acudia presencialmente todos los dias tabajando en tareas de lo más variado (autoedición, seguimiento trabajos, contacto con proveedores, maquetación, coordinación y realización de trabajos fotográficos, organización interna, facturación, etc).
Los clientes más activos en el estudio eran Ed.Planeta, Larousse y Generalitat de Catalunya.
El trabajo fotógrafico que más disfruté y recuerdo fue el que realicé para Gondolas Aesa, un amplio reportaje de sus máquinas instaladas en torres y edificios emblemáticos en Barcelona y Sevilla.
Paralelamente realizaba producción propia para incrementar mi archivo y colaboraba con algunas editoriales que publicaron mis imágenes en portadas e interior de libros: Editorial Columna, Anagrama, Rba Editores, Ed. Apostrofe etc. Tambien hice algún trabajo con una empresa de servicios editoriales: Edipack
Tambien hice una exposición individual de fotografía en el Centre Profesional LLumicolor (Barcelona). Fue la primera y la última, nunca le he tenido demasiada afición a este tipo de cosas.
